Martes, 3 de septiembre (21:00)
(Narra Emily)
Todos nos callamos de repente. Me di la vuelta y vi a Niall
con un hombre muy parecido a él, debía de ser su hermano.
-Hola, Niall- le dije con una sonrisita un tanto falsa
-¿Qué haceis por aquí chicas? Por cierto, os presento a mi
hermano Greg
-¿Qué tal? Bueno chicos y chicas me debería ir que el avión
se va sin mi. Adiós Niall, que no se te olvide llamar
Niall fue a despedirlo a la puerta mientras que nosotros
intentábamos decidir quien iba a mentirle. En silencio Nicole se señaló a si
misma para dejar claro que ella se ofrecía voluntaria. Hayley le negó con la
cabeza pero se nos acabó el tiempo cuando Niall entró de nuevo en la
habitación.
-No me habíais avisado de que estaban aquí las chicas, ¿hace
mucho que habéis llegado? ¿Me he perdido algo interesante?
-En realidad no, solo
que Emily y Liam se han perdonado y que Nicole está enfadada porque hay fotos
suyas con Louis en internet.- le respondió Tara
-¿Solo? ¿Y para que habéis venido?
-Pues por lo de Nicole, nos hemos enterado nosotras y hemos
decidido venir.-dijo Ginny
-¿En serio?-dijo mirando a Nicole con una expresión
interrogativa
-Siii…- pero rápidamente apartó la mirada. Ya entendía por
qué Hayley no le había dejado mentir a Nicole. Ella era más de decir las cosas
claras.
-Pero ya está todo solucionado, asi que ¿por qué no nos
tomamos algo?-intenté pasar de tema
-Creo que tenemos suficientes pizzas para todos en el frigorífico,
voy a ver.- se ofrecio Zayn
Nos tomamos las pizzas bromeando en su enorme cocina. Les
tuvimos que ayudar porque eran unos desastres, aunque casi nos echan de la
cocina. En realidad, Harry nos dejó claro que saliésemos pero no le hicimos
caso sino que nos apartamos un poco. Se nos hizo tarde y Hayley nos avisó para
irnos. La organización se quedó en nada, tan solo pudimos concretar la hora y
que de los invitados se encargaban los chicos. Estaba recogiendo mi bolso y el
abrigo cuando Liam me cogió del brazó y me metió en una habitación. En la habitación
había dos camas, pero aun así el espacio era enorme. Supuse que era su
habitación.
-Emily, dime que ya no estás enfadada conmigo por favor.
Estos días se me han hecho de lo más extraño. Tenía en la cabeza siempre como
un gusanillo diciéndome que estaba mal, que era un cobarde por no ir a la
residencia y explicártelo todo. Pero por otra parte sabía que no ibas a querer
escucharme, al igual que no contestabas mis llamadas.
No pude otra que sonreírle. No quería que se sintiese así.
Liam era un chico amable y caballeroso, demostrado. Me hizo gracia ver su
expresión desesperada y al mismo tiempo me hizo ver que le importaba, que
podría fiarme de él. Aún con la sonrisa le dije:
-Tranquilo, por supuesto que ya no estoy enfadada contigo y
te prometo que te cogeré siempre el teléfono pero ahora creo que nos están
buscando.
-Espera- me pidió antes de que abriese la puerta- ¿Te parece
bien que quedemos mañana?
Lo primero que se me pasó por la cabeza fue un “por supuesto”
pero me acordé que mañana era miércoles y debía ir al curso de piragüismo.
-Lo siento pero no puedo ir. Tengo un curso. Lo siento de
veras Liam.- quería que supiese que de verdad me hubiera gustado ir
-Espero que te lo pases bien en el curso, otro día será.- me
dijo con una sonrisa un tanto forzada
Cuando bajamos el taxista nos esperaba impaciente. Eso nos
iba a costar caro y encima por mi culpa.
Martes,3 de septiembre (23:00)
(Narra Tara)
Llegamos a la residencia muy tarde y para no despertar a las
demás nos quitamos los tacones y cada una se fue a su habitación en silencio
absoluto. Me puse el pijama super rápido mientras que le decía buenas noches a
Emily. Me tiré en la cama y ni siquiera conseguí oir su respuesta. Cuando me
desperté con el sonido de mi alarma me pareció que solo había dormido una hora
en vez de 7. Como todos los días me fui a duchar y me vestí con lo que me solía
poner unos pantalones con rayas, una camiseta de flores y una rebeca. Emily aún se estaba duchando pero eso no me preocupaba, ya que era
sorprendentemente rápida para vestirse y desayunar. Fui a llamar al resto pero
no abrían la puerta. Volví a llamar pero entonces oí unas risas detrás, era
Ginny. Abrió la puerta y vi a Hayley vistiéndose y Nicole tumbada en la cama ya
vestida. Estas chicas si que eran raritas, pero seguirían siendo mis amigas.
Cuando Ginny terminó de vestirse, salimos de la habitación y abrí la mía para
avisar a Emily. Ella estaba haciéndose una coleta, terminó en un santiamén y
nos dirigimos a la cafetería. Me estaba acostumbrando al desayuno que tomábamos
aquí pero seguí a echando de menos las galletas que tomaba en casa. Hayley fue
la última en terminar el desayuno pero como yo terminé la primera me fui arriba
a lavarme los dientes y maquillarme. De camino a la universidad no paré de
hablar de cosas tan importantes como los calcetines que llevaba hoy, pero es
que no soporto el silencio y por la mañana las chicas no están muy habladoras
excepto Nicole que una vez que se ducha ya es persona. Las clases se me
hicieron lentas porque no podía otra cosa que atender, las clases de hoy eran
todas teóricas y poco interesantes. Excepto la primera hora que atendí porque
no entendía nada y me resultó difícil coger lo que quería decir la profesora.
Como siempre que terminan las clases volvemos por el mismo sitio que por donde
venimos con la diferencia de que estamos mucho mas animadas. Llegué a la
habitación con ganas de tomarme un café y despertarme de tanto aburrimiento por
lo que me dirigí a la cafetería con los deberes y el estuche. Hice los deberes entre
el olor de tostadas, cafes y todo tipo de bolsas de chucherías y el continuo
ruido de los alumnos y profesores descansando y hablando de todo tipo de cosas.
Hayley |
Ginny |
Tara |
Nicole |
Emily |
Miércoles, 4 de septiembre (16:15)
(Narra Nicole)
Cuando llegué a la habitación lo primero que hice fue
cambiarme de ropa y ponerme el pijama. El pijama siempre ha sido mi ropa
preferida, tanto que un año en carnavales salí con Hayley en pijama. Después de
ponerme el pijama encendí mi ordenador y puse algunas canciones de Taylor Swift
mientras estudiaba un poco. Nunca he sido una de las personas que estudia
matemáticas pero la parte de teoría me la leí unas cuantas veces hasta que se
me quedó como una cancioncilla en la cabeza. Cuando terminé de estudiar me puse
a hacer los deberes y por último unos esquemas. Terminé los esquemas a las 17:30
y todavía tenía mucho tiempo libre. Empecé a pensar que hacer, barajaba dos
ideas: acercarme a la biblioteca o volver a leerme un libro de los muchos que tenía
en el ebook. Al final no me decanté por ninguna de las dos sino que me puse el
chándal y las deportivas, me hice una coleta alta, cogí el móvil y los
auriculares y me fui a correr. Desde que tenía 12 años me había hecho mucha
ilusión ir a correr todos los días para mantenerme en forma, pero como no
encontraba a nadie para acompañarme al final decidí apuntarme a ballet además
de a gimnasia rítmica como todos los años. Por supuesto que no era lo mismo
pero aprendí mucho en ballet y ahora mismo me alegraba mucho de haber ido. En
cambio ese mismo verano empecé a ir a correr con una de mis amigas de gimnasia rítmica.
Hacía una semana que no corría y ya lo echaba de menos, iba a buen ritmo por
los alrededores de la universidad cuando me asusté al escuchar el tono de mi
móvil a tope.
-¿Si?
-Hola! No sabía que corrías, por cierto…
-¿Qué? ¿Dónde estas?
-Estoy en el coche negro justo detrás de ti.
-Ya te veo!! Espera, que me acerco
Colgué antes de esperar su respuesta. Me acerqué andando
mientras recobraba el pulso normal. Nos saludamos con un abrazo.
-¿Qué haces aquí?- le pregunté con curiosidad
- Me apetecía darte una sorpresa, pero me la has dado tú al
verte corriendo- dijo de broma
-Pues que sepas que corro desde hace unos 3 años.-le dije fingiéndome
la ofendida
-Lo siento señorita, ¿pero que le parecería compartir un
helado para ganar las calorías perdidas conmigo?
-Jajaja, pues muy bien. Pero no pienso ir así, llévame a la
puerta de la residencia me cambio en cinco minutos y nos vamos.
-¿A qué te vas corriendo?-me dijo sonriendo
Me monté en el coche mientras escuchaba The A Team de Ed
Sheeran. Salí justo cuando terminó la canción, le iniqué con un gesto a Louis
que esperase cinco minutos. En cuanto se lo dije me fui corriendo a la
habitación me puse unos vaqueros cualquiera, la camisa que tenía mas cercana,
me peiné y me puse bastante colonia, corrí a por un cinturón y el bolso y por
último me puse los botines. Bajé corriendo también hasta la puerta, donde frené
en seco. Me miré al espejo que había en la recepción, me sonreí y me fui con
dignidad.
Nicole |
Miércoles, 4 de septiembre (17:45)
(Narra Ginny)
Estaba en el cuarto enredando en internet cuando sonó el
teléfono de nuestra habitación. Lo cogí a la velocidad del rayo y contesté. Era
de la biblioteca, habían aceptado a Nicole como empleada en la biblioteca. Me
alegraba muchísimo por Nicole, pero al mismo tiempo me di cuenta que estaba
perdiendo el tiempo. Nicole tenía trabajo, se había ido a correr y ahora mismo
estaba con Louis. Hayley se había ido hace cinco minutos de compras después de
haber estado estudiando 1 hora y media. Tara también tenía un trabajo y Emily
iba a un curso de piragüismo. Cogí la guitarra y el carnet de estudiante. Me fui
a la parada de autobús y cuando llegué al centro de Londres busqué un sitio
cercano donde no molestase mucho. Saqué la guitarra de la funda y me puse a
afinar las cuerdas mientras pensaba que canción podía cantar. Empecé cantando
rolling in the deep, no cantaba muy bien que digamos pero si sabía tocar muy
bien la guitarra. Toqué todas las canciones que se me ocurrían, cuando empezaba
una comenzaba a pensar cual iba a ser la siguiente. La gente se paraba y me
dejaba alguna monedilla. De momento me iba bien, el dinero que conseguí me daba
para cenar por ejemplo pero sabía que no podía hacer esto durante mucho tiempo.
Pasé de canción y me puse a tocar wish you were here. Cuando terminé la canción
me interrumpió un hombre de unos 30 años. Me dijo que era propietario de una
tienda de música pero que acababa de tener una hija y necesitaba más tiempo
libre y buscaba una persona que entendiese de instrumentos y todo ese campo. Me
dio su número junto con el nombre y dirección de la tienda en una tarjeta y me
dijo que me lo pensara pero que por favor le llamase o me acercase a la tienda
entre las 3 y las 8. Le prometí que lo haría y seguí tocando. Pero esta vez
mucho más distraída, tanto que fallé de acorde varias veces pero no me importó.
No me podía creer la suerte que tenía, podría trabajar en una tienda de música.
Encima de música. Toqué un par de canciones más y me fui camino a la parada de
autobús más cercana. De camino a la residencia conté el dinero, había ganado 30punds.
Cuando llegué me fui directamente a cenar y después me fui a la habitación a
mandarle un correo a mis padres.
Martes, 4 de septiembre (17:40)
(Narra Hayley)
Este año estaba estudiando muchísimo. En parte porque me
gustaba lo que estudiaba y por otra porque quería aprovechar este año en
Londres. Pero ya había estudiado mucho y quería aprovechar Londres, pero no
solo el curso en Londres. Me cambié de ropa, me puse una falda de tubo con un jersey beige. Y le dije a Ginny que
volvería para cenar. Me fui en metro al centro de Londres, nada más llegar vi
una tienda estilo vintage y me fui corriendo dentro. Después de haber estado en
cinco tiendas y comprarme algo en cada una de ellas vi FOREVER21. Me prometí a
mi misma que era la última tienda y que después me iría a la residencia. Cogí
todo lo que me gustaba, me fui a los probadores y me gustaron una camiseta, una
camisa y una rebeca. Pero la rebeca era demasiado cara, sobre todo teniendo en
cuenta todo lo que me había comprado en el día. Mientras estaba en la cola me
fijé en un pequeño cartel en el que decían que buscaban una dependienta a
tiempo parcial. Cuando me tocó mi turno pregunté por el puesto. Me dijeron que
ahora mismo la jefa no estaba pero que me apuntaría para las 19:30 mañana.
Estaba muy nerviosa, siempre me había encantado esa tienda y trabajar alli
sería como cumplir un sueño. Salí muy contenta por mis compras y por la cita
que tenía al día siguiente cuando alguien me tapó los ojos y preguntó “quien
soy”
Hayley |
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